Si bien son destacables los 30 AÑOS de Democracia ininterrumpida, los actuales sucesos de violencia en todo el país, MAL llamados "saqueos," que han dejado heridos, muertos y a miles de trabajadores arruinados, empañan este aniversario. Sinceramente hoy siento que NO hay nada que festejar y/o conmemorar. A todos los que han ido a la plaza, en especial a los dirigentes políticos, deberían estar acompañando a las verdaderas victimas y trabajando para que estos hechos de violencia terminen y no se repitan NUNCA MAS. Recién cuando eso suceda podremos hablar de una Democracia consolidada en la que las instituciones funcionan y donde estos grupos desestabilizadores no tengan margen de acción. Para eso es necesario un Estado que pueda garantizar la paz interior y la seguridad de sus ciudadanos, algo de lo que hoy, por desgracia, estamos lejos.
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