lunes, 11 de noviembre de 2019

Lamento boliviano

No esta bien que un dirigente como Evo Morales, que dice ser "del pueblo", avasalle la voluntad de la sociedad que se expreso en las urnas en forma democrática: ya sea fraguando elecciones para conseguir un cuarto mandato consecutivo que viola la ley o haciendo caso omiso a un plebiscito que el mismo convoco y donde prevaleció el NO a su reelección.

Pero NADA justifica la violencia y un golpe de estado cívico-político-policial-militar para sacarlo del poder. Lo mas triste es que todo esto terminara destruyendo los avances en materia de derechos sociales, la baja de la pobreza y desigualdad, el crecimiento y estabilidad económica que ese país había logrado en la ultima década.

Esto se suma a las delicadas situaciones sociales que se viven en el ultimo tiempo en países como Brasil, Venezuela, Perú, Chile y Ecuador, donde las democracias pasan a estar en crisis y dirigentes de extrema derecha toman una relevancia preocupante como Bolsonaro. Hasta el momento se venían haciendo golpes "blandos" como le paso a Dilma y Lugo y el golpe a Evo marca el (penoso) regreso de los levantamientos militares clásicos de los '70 como también le paso a Zelaya en Honduras en 2009. 

Por desgracia, de fondo esta la pelea entre las dos potencias mas grandes de la actualidad: Estados Unidos y China por ver quien ejercerá influencia predominante en la región. Hasta que ese conflicto geopolitico se resuelva, América Latina seguirá siendo (una vez mas) territorio en disputa. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario